IkeukenRIO GALLEGOS.- No solo los afiliados de la Caja de Servicios Sociales están en queja permanente por el servicio de cobertura de la obra social, los retrasos en los pagos ponen en riesgo la estabilidad económica de muchos prestadores.  Tal es el caso del centro kinesiológico Ikeukenk que acumula seis meses de facturaciones impagas, y sus dueños manifiestan que los están ahogando financieramente . “Nos deben julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre, todos facturados. En noviembre recién nos pagaron junio y después se cortaron todos los pagos”, asegura el kinesiólogo Carlos Barrientos titular del Centro de Salud que vive los cimbronazos de la obra social. Afirma que no encuentra ante quien reclamar, ni gerentes, ni el interventor Marcelo Castro y asegura que la situación es insostenible para la Pyme que emplea cinco kiensiólogos, tres administrativos y dos agentes de personal de limpieza. “Yo asumo todos los riesgos que me ha generado el mismo estado, presto un servicio cuyo 80% es a través de la Caja de Servicios Sociales, si no paga la principal obra social entra en crisis el sistema”, detalla Barrientos y asegura que ya se llegó a un estado donde él no puede paliar todo el desfasaje que le genera la obra social provincial con su demora en los pagos. El kinesiólogo asegura que ante esta situación peligran las fuentes laborales de su emprendimiento que ya lleva 13 años en la ciudad, y no percibe por parte del estado una intención clara ni indicios de promover o fomentar las industrias locales. “A nuestra pyme la tienen ahogada”, manifiesta quien en estos años ya ha atravesado otras situaciones similares por la falta de pago de la principal obra social de la provincia, pero no duda en calificar a la actual como la más crítica.