[caption id="attachment_26881" align="alignleft" width="576"]"¿Siempre estuviste ahí? te encontré!" publicó en facebook Soledad, "¿Siempre estuviste ahí? te encontré!" publicó Soledad en su cuenta de facebook.[/caption] PICO TRUNCADO.- Una docente de esta localidad fue víctima de un ardid de dos estafadores que le robaron su auto simulando ser representantes de una empresa que comercializaba planes de ahorro. Pese a las denuncias a la policía, nunca dieron con el auto. Tres años después, y de modo fortuito, lo encuentra en Puerto San Julián donde estaba registrado a nombre de otro propietario. La historia empezó en el año 2014 en Pico Truncado. La docente Soledad Vitta fue una de las víctimas de dos estafadores que se hacían pasar por vendedores de plan de autos de ahorro que se identificaban con la firma Podersa. En abril de ese año, con a excusa de tasar el fiat palio adventure que entregaría a cambio del nuevo auto, se lo llevaron con los papeles. Y no volvieron a dar señales de vida. La mujer empezó un derrotero de denuncias policías que nunca tuvo ninguna respuesta, ni siquiera el día que identificó su auto en un lubricentro de la localidad, solo que ya le habían cambiado la patente, polarizado el vidrio de atrás y le habían colocado calcomanías. Ella, lo identificó por señales y marcas en la carrocería del auto, pese a ello no logró que la policía lo rescate. Vitta, por su cuenta nunca dejó de buscar el auto. Incluso siguiendo el rastro de la patente nueva que habían colgado en los paragolpes del vehículo sustraído, y que luego ella constató el dominio pertenecía a otro auto radicado en Mar del Plata de similar modelo que el suyo. En este recorrido nunca logró respaldo de las autoridades lo que la llevó a radicar una denuncia contra el jefe de la brigada policial en Pico Truncado. La docente, quien además es congresal de Adosac, nunca imaginó que el domingo pasado mientras participaba uando viajó a Puerto San Julián para participar del ultimo congreso sindical, en la terminal, la esperaba una sorpresa: su fiat palio robado, inconfundible a pesar del paso del tiempo y de la patente adulterada. Al identificarlo llamó a la policía, localizaron a la nueva dueña quien confirmó que el mismo había sido vendido por un gitano que ya no está en la localidad. El auto fue secuestrado y quedó a disposición de la justicia en San Julián. Ahora, además de ella, hay una nueva damnificada, una empleada municipal que adquirió el auto. Un gitano de apellido Alonso se lo había vendido en el año 2014 y le había entregado papeles incluida la cédula azul. "Ahora voy a investigar cómo es que existía esa documentación aparentemente certificada por el Registro del Automotor", contó a Winfo Santa Cruz, Soledad.