LA NACIÓN/Mariela Arias.- ESTANCIA KETENK AIKE, Santa Cruz.- A pocos kilómetros de la frontera con Chile y al pie de la cordillera, decenas de estancieros y hombres de campo cruzaron la Patagonia con sus caballos criollos para participar de un concurrido "Aparte Campero de la Cordillera", el más austral del país. Con enorme esfuerzo, atravesando cientos de kilómetros con sus caballos en carros y remolques, unas 150 personas se reunieron para disfrutar de la prueba, que si bien es de entretenimiento, busca recrear una de las faenas habituales en las explotaciones ganaderas. A diferencia de otros eventos similares que se realizan en el país, este tiene especiales características dadas por las distancias que atraviesan los competidores, que aquí se definen como amigos, como por el clima que puede complicar el evento. Durante dos días, la estancia anfitriona se transforma en un enorme campamento donde se comparten fogón, guitarreadas, anécdotas y comidas comunitarias. En esta oportunidad fue en la estancia Ketenk Aike, ubicada a 20 kilómetros de la ruta nacional 40 y al pie del cordón de los Baguales, propiedad de la familia Ajís, quien además de las instalaciones ofrecieron cordero patagónico para el asado de todos los participantes. Equipos integrados por tres jinetes deberán apartar tres vacunos pasándolos desde un corral más grande a uno más chico en el menor tiempo posible.Equipos integrados por tres jinetes deberán apartar tres vacunos pasándolos desde un corral más grande a uno más chico en el menor tiempo posible. Fuente: LA NACION - Crédito: Horacio Córdoba Los corrales se armaron en una de las curvas del serpenteante río Viscachas que atraviesa el campo y permite una mayor protección del viento, que en verano sopla incansable por estas latitudes. Aquí el aparte campero es más una excusa para el encuentro que una competencia, donde se transmiten tradiciones y el amor al campo y al caballo criollo de padres a hijos. Eso lo pudo vivir de cerca el ingeniero Mariano Wenceslao Andrade, miembro de la Asociación Criadores Caballos Criollos (ACCC) quien hace 22 años inventó la prueba y el fin de semana pasado viajó hasta aquí para homologarla y nombrar jueces nacionales entre miembros locales. La ACCC, que integra Andrade y de la cual es delegado de Córdoba, fue fundada en 1923 con el objeto de asegurar la conservación y el fomento de la Raza Criolla en la Argentina y en el exterior. En qué consiste De acuerdo al reglamento de la asociación, la prueba recrea la faena habitual en un campo cuando se debe apartar una tropa del rodeo, trabajando en equipo de tres jinetes, debiendo pasar de un corral a otro los animales determinados. En la demostración participan equipos integrados por tres jinetes, que deberán apartar tres vacunos, pasándolos desde un corral más grande a uno más chico en el menor tiempo posible. Un jinete ataja y dos proceden a separar uno de los tres animales asignados por el jurado. Cada vez que entra una vaca con el número correspondiente se debe cambiar de potrero. Deberá entrar un animal por vez. Lo atractivo de la demostración, aparte de la sociedad hombre-animal, es que pueden verse equipos formados por hombres y mujeres, niños, abuelos, tanto dueños de estancias como peones. Una competencia a la orilla de un río en la provincia de Santa CruzUna competencia a la orilla de un río en la provincia de Santa Cruz Fuente: LA NACION - Crédito: Horacio Córdoba Esta es la exhibición más concurrida dentro de las realizadas por la ACCC. "De todos los caballos que participan de competencias oficiales, el 62% hace el aparte campero, la más popular", dijo Andrade, dueño de la Cabaña Santa Celia, en Chaján, Córdoba, a LA NACION. Este año cumple 50 años dedicado a la cría del caballo criollo. "La característica de esta demostración es que todos los caballos utilizados son caballos criollos puros de pedigree. Esta es una prueba oficial de la Asociación. La raza tiene a lo largo del año una suerte de competencias, de marchas, de paleteadas, adiestramiento, todo eso desde Jujuy a Patagonia Sur", explicó Andrade. La historia de la prueba El certamen que ya lleva 22 años en el país, en la Patagonia Austral el desarrollo es más bien incipiente. Hace cinco años empezó a disputarse. "El primero fue en la estancia El Relincho, con caballos criollos y mestizos. No cumplíamos aún el reglamento pero queríamos fomentar el uso del caballo criollo e incentivar la actividad, acercarnos, compartir e inculcarla a nuestros hijos", contó a LA NACION, Cecilia Fernández Gotti de la estancia El Relincho y una de las promotoras de la actividad. Y desde entonces el espíritu fue contagioso. Tanto como para que haya equipos que recorran 600 kilómetros por las rutas patagónicas con los caballos en carros para participar del Aparte que nuclea a productores ganadores de la Patagonia Sur. Alejados por la distancia y el clima inhóspito, solo el espíritu colaborativo de las estancias logra que cada evento sea posible. "Muchos participamos en la organización, unos suman trabajo, otros los corrales, otros el campo y las vacas, todos traen comida para compartir, tenemos auspiciantes para los premios y hasta para los baños químicos que debemos instalar en el gran campamento que se arma", dijo Fernández a poco de finalizar el 15ª Aparte Campero de la Cordillera. Con el correr de los años, cada Aparte se ha ido apegando al reglamento y están ahora en condiciones que sus tiempos se reflejen en un ranking nacional. "El mérito es de los organizadores, la prueba la han sabido resolver y desarrollar. Yo fui a revalidar cinco personas como jueces oficiales de esta prueba que conocen el reglamento de sobra, y el 5 de febrero próximo se las va a nominar oficialmente", afirmó Andrade, creador de la demostración. Campeonato regional Y agregó que desde la ACCC se determinó un campeonato regional para Patagonia Sur y para Patagonia Norte, atendiendo a la dificultad que representan las distancias. En Santa Cruz, el productor Francisco Milicevic es el delegado de la provincia en la asociación. En esta oportunidad se apuntaron 24 equipos, de los cuales 23 finalmente participaron. Cada equipo debe apartar tres animales identificados con un número y repiten la prueba tres veces cronometradas, de las cuales se eligen y suman las dos mejores tiempos. Quien logre mejor tiempo se impone en la competencia. En la Patagonia Sur va a haber tres fechas donde van a estar clasificando para las instancias regionales y los tiempos que obtengan les permitirá ser parte del ranking nacional de la disciplina. La final nacional de la prueba se disputa cada año en la jornada inaugural de la Exposición de la Sociedad Rural Argentina . El creador de la exhibición agregó: "es una prueba que cuida mucho al animal, donde se penaliza todo exceso de violencia: si un jinete castiga al vacuno, comete una infracción y se lo penaliza. Estamos haciendo un divertimento con los animales pero debemos bregar por la cordialidad, no es una jineteada, no es un esfuerzo excesivo" y completa "es un divertimento que tiene el gran sentido el milagro que de pronto ve participando, tres generaciones, o una familia, y eso es fantástico. No hay deporte donde pueda participar toda la familia y el equipo". Fotos: Horacio Córdoba