USHUAIA.-En el primer juicio oral y público a un sacerdote por delitos de abuso sexual que se lleva adelante por estos dias en Tierra del Fuego, la querella pidió 16 años de prisión para el sacerdote Cristián Vázquez, acusado de abusar de una niña de 13 años mientras era párroco de Río Grande, en el año 2013. El cura había trabajado en Río Gallegos y fue desplazado por el obispo Miguel Angel D’Annibale, luego de conocerse la denuncia en noviembre de 2016.
El abogado querellante solicitó una condena de 16 años de prisión para Vázquez. El pedido de pena fue realizado durante la etapa de alegatos del proceso judicial, por el abogado Francisco Ibarra, representante de la víctima que ahora tiene 18 años, según informó El Diario del Fin del Mundo en su edición de hoy.
Ibarra consideró al cura “autor material y penalmente responsable” de “dos abusos sexuales simples y de uno con acceso carnal, en los tres casos agravados por su condición de sacerdote”, confirmó el letrado en dialogo con EDFM. El abogado recordó que según la acusación, Vázquez abusó de la adolescente en tres oportunidades: dentro de un automóvil, en la casa de la menor y en su domicilio, “siendo este último el más grave porque incluyó el acceso carnal”, explicó. Según el querellante, el juicio se desarrolló “con total normalidad y entiendo que sirvió para demostrar tanto la comisión de los hechos como la autoría por parte de Vázquez”, sostuvo. “Estoy confiado porque las pruebas son muy sólidas y les otorgan gran verosimilitud y credibilidad al propio testimonio de la víctima”, destacó Ibarra. Por su parte el abogado defensor del cura, Javier Da Fonseca, adelantó que pedirá la absolución de su cliente “por falta de pruebas y porque es inocente”, señaló en dialogo con EDFM. Da Fonseca, quien alegará este miércoles, indicó que “aún sin adelantar detalles de mi estrategia, no tengo dudas de la inocencia de Vázquez y espero que el tribunal así lo resuelva”, afirmó. El Tribunal Oral en lo Criminal de Río Grande, integrado por Ernesto Borrone, Juan José Varela y Eduardo López, escuchó a Vázquez, de 39 años, el primer día del juicio quien se proclamó inocente, aunque no aceptó contestar preguntas de los jueces. La historia de la denuncia La causa comenzó a investigarse en 2016 porque recién en ese momento la menor pudo contarle lo ocurrido a su madre, que radicó la denuncia penal. El sacerdote llegó al juicio en libertad y separado de sus funciones por decisión del Obispado de Río Gallegos, que también lo sometió a un proceso de la justicia canónica.
  La Justicia lo mantiene en libertad tras evaluar que “se sostuvo a derecho en todo el proceso” y que “no existen riesgos procesales”, aunque le impuso una prohibición de acercamiento y contacto con la supuesta víctima. La denuncia fue radicada por la madre de la niña y los hechos habrían tenido lugar hace cinco años, cuando la mujer y su hija concurrían en forma asidua a una parroquia del barrio Chacra II de Río Grande, donde Vázquez ejercía el sacerdocio. De acuerdo al relato de la menor, que recién pudo hablar del tema cuando tuvo 16 años, el sacerdote abusó de ella en una oportunidad que concurrió a la casa del religioso, y habrían existido otros dos hechos más.