SANTA CRUZ.- El 10 de septiembre es el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, y para contribuir con la prevención se fomentan en todo el mundo compromisos y medidas prácticas para prevenir los suicidios. Crédito portada: OMS 

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, cada día hay en promedio casi 3000 personas que ponen fin a su vida, y al menos 20 personas intentan suicidarse por cada una que lo consigue.

Mitos y realidades sobre el suicidio

Suicidio es la acción de quitarse la vida de forma voluntaria y premeditada, es un acto individual que tiene un alcance colectivo porque afecta al entorno familiar y social, por eso es considerado un problema de salud pública grave y creciente a nivel mundial, es una problemática sanitaria y social.

Algunos conceptos importantes en prevención

Se cree que el que dice o amenaza con quitarse la vida, no lo hace, sin embargo, la mayoría de las personas que se suicidan, hicieron saber el propósito de acabar con su vida.

No debe asociarse el suicidio y el intento de suicidio con acciones de cobardía o valentía, tampoco con hechos románticos o heroicos.

A nivel mundial cada 40 segundos se suicida una persona. 800.000 mil personas se suicidan por año, y éste se encuentra dentro de las tres primeras causas de muerte entre los individuos de 15 a 44 años, según la OMS.

Toda persona antes de cometer un intento de suicidio evidencia una serie de señales que, de ser detectada a tiempo puede ayudar a evitarlo.

El suicidio no es una enfermedad mental. La depresión, la esquizofrenia y el consumo de alcohol y de sustancias pueden incrementar el riesgo de cometer suicidio, sin embargo no hay una relación directa entre éste y las enfermedades mentales. La persona que tiene ideas de suicidio no está enferma, está sufriendo y necesita ayuda.

Hablar con una persona sobre sus intenciones de matarse no incrementa la posibilidad de cometer suicidio. Dialogar sobre el tema reduce la posibilidad de cometerlo y puede ser una oportunidad para ayudar a quien está padeciendo.

Las ideas y conductas suicidas no son hereditarias. Lo que sí puede trasmitirse por medio de la educación y de la palabra es la visión sobre el suicidio como una forma errónea de solución a los problemas que producen alto impacto emocional.
El suicidio no es un hecho delictivo, es una situación de sufrimiento.

Mitos y realidades en torno al suicidio

MITO

“Las personas que hablan de suicidio no cometen suicidio.”

Los suicidas tienen toda la intención de morir.

El suicidio sucede sin advertencias.

La mejoría después de una crisis significa que el riesgo de suicidio se ha superado.

No todos los suicidios pueden prevenirse.

Una vez que la persona es “suicida” lo es para siempre.

REALIDAD

La mayoría de los suicidas han advertido antes sus intenciones.

La mayoría de ellos es ambivalente ante las ideas de muerte.

Los suicidas a menudo dan amplios indicios.

Muchos suicidios ocurren en el período de mejoría.

Esto es verdadero, pero la mayoría puede prevenirse.

Los pensamientos suicidas pueden regresar, pero no son permanentes, y algunas personas pueden no repetirlo jamás.

¿Qué hacer? Cómo prevenirlo?

Reconociendo los siguientes signos de alerta:
Aislamiento
Persistencia de ideas negativas
Dificultad para comer, dormir y trabajar
Desesperanza
Llanto inconsolable
Repentino cambio de conducta

Si te sentís así o estás preocupado por alguien a quien sepas que está atravesando por esto, podés pedir ayuda:

En el Hospital
A tus amigos
A tu familia
En tu Escuela

Fuente: Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación. Dirección de Salud Mental y Adicciones