LA NACIÓN/Mariela Arias,.
EL CALAFATE.— El sismo de 5,5 de magnitud que sacudió El Calafate hace diez días dejó a la vista la falta de información sísmica que hay de la región patagónica por la carencia de estaciones en la zona. Tras el episodio, que desmoronó una montaña y resquebrajó la carpeta asfáltica de un puente, se instalaron ahora dos estaciones sismológicas temporarias en los alrededores de la ciudad que están conectadas en forma remota al Instituto Nacional de Prevención Sísmica, INPRES, con sede en Santa Juan, y una tercera estación se instalará en Río Turbio.

Cuando la madrugada del miércoles pasado la ciudad sintió el fuerte temblor volvió como ráfaga la promesa del 2012: una estación sismológica en la ciudad favorita de Cristina Kirchner. Hubo anuncios, visitas de una delegación del INPRES, pero la estación quedó en la nada. Esta vez la acción fue rápida, tres días después del SISMO un equipo del INPRES aterrizó en El Calafate por gestiones de la gobernadora Alicia Kirchner y con la logística del área de Defensa Civil y la Secretaría de Ambiente de la provincia se desplegaron numerosos operativos para la instalación de los sismógrafos.

Sin embargo, previo a la instalación, se recorrieron estancias y predios en los alrededores de El Calafate buscando la ubicación correcta para que la instalación rodee el epicentro del evento sísmico. Para el geofísico, Gerardo Sánchez, jefe del departamento de Investigaciones Sismológicas del INPRES, que encabeza el operativo, “la mayor amenaza que puede tener una sociedad es la falta de información”, afirmó a LA NACION, en un alto del trabajo que llevaba adelante en el Glaciarium, uno de los sitios elegidos para instalar uno de los sismógrafos.

“El Calafate está en un contexto sísmico, pegado a la cordillera de los Andes que es una zona sísmica categorizada dentro de la Argentina y necesita monitoreo al igual que el resto de la Patagonia, para saber cuál más, o cual menos, es importante conocerlo y para eso necesitamos monitorear, y estas dos estaciones van a ser súper informativas y útiles para cualquier sismo que aparezca a posterior del sismo principal que fue el del 13 de octubre aquí en Calafate”, detalló el geofísico a LA NACION.

El equipo del INPRES, Defensa Civil y Ambiente de la provincia durante la instalación de un sismógrafo

Sánchez aclaró que no va a ser suficiente para calcular toda la sismicidad que pueda requerir El Calafate o Santa Cruz y aclaró que hay otras zonas dentro de la Patagonia que tienen una amenaza sísmica potencialmente mayor, por ejemplo Ushuaia ubicada cerca de la falla del Lago Fagnano, donde hay una estación del INPRES. Ahora, aquí quedaron dos estaciones instaladas y conectadas en forma remota al INPRES, alimentadas por paneles solares, una en una estancia a 30 km al este de Calafate, y otra a 10 km del centro de la ciudad en el Glaciarium, un moderno centro de Interpretación de Glaciares dedicado a la divulgación del Hielo Patagónico.

Cómo se instala un sismógrafo

El despliegue para instalar un sismógrafo requiere de una logística aceitada y por momentos numerosa: participan policías, bomberos con camión autobomba, técnicos del INPRES, geólogos e incluso agentes del Defensa Civil. Tras ubicar la zona a monitorear, se recorrieron y exploraron estancias cercanas para diseñar la red buscando que las estaciones rodeen una zona sísmica o bien una falla. Tras dar con el lugar se busca seguridad para el equipamiento, buena conexión para la transmisión de datos en tiempo real y que haya bajo nivel de ruido que pueda entorpecer una señal sísmica.

“El objetivo de los sismógrafos es que ayude a entender la amenaza real que puede estar teniendo Santa Cruz y cuán significativa puede ser tanto para las poblaciones como para las represas”, explicó el geofísico ante la consulta de LA NACION. También destacó la importancia de “informar y tener claridad porque la desinformación es lo que nos ayuda a desviarnos de una correcta toma de decisiones o una correcta prevención del riesgo sísmico”.

En la Argentina, la información oficial sobre un evento siempre depende del INPRES pero en ausencia de una Red Sismológica en toda la Patagonia, la primera información que llega a los medios y a la población es la de agencias oficiales y no oficiales de Chile. A partir de la instalación de los dos sismógrafos, ya se reportaron eventos menores en la zona.

Dos se instalaron aquí y un tercero será instalado en Río Turbio, actividad que estará a cargo de los expertos de la unidad académica que tiene allí la Universidad Nacional de la Patagonia Austral. Por su parte el Gobierno provincial anunció que tiene previsto adquirir instrumental para armar una red propia de monitoreo.

Uno de los sismógrafos instalados bajo tierra

El INPRES tiene una red nacional de cerca de 60 estaciones distribuidas en todo el país, la red está conectada en tiempo real a los servidores en San Juan. Marcelo Moreno, jefe del Laboratorio sismológico del INPRES, explicó que allí reciben la información y un sistema de procesamiento se encarga luego de localizar los sismos de forma automática. “Tenemos un reservorio de equipos y cada vez que hay un evento importante, un terremoto y demás, como pasó en San Juan el 18 de enero de este año, inmediatamente vamos a ver si podemos cubrir aún más la zona, para estudiarla mejor y ver más en detalle cómo es el lugar y llevamos equipos auxiliares como estos”, detalló.

Las estaciones que aquí se dejaron son de carácter temporal, cuentan con una infraestructura sencilla, la instalación dura uno o dos días y se alimentan con pantallas solares. Los sismógrafos están a pocos centímetros de la superficie a diferencia de otras más complejas que suelen colocarse dentro de los cerros a varios metros de profundidad. La red también se nutre de la información de los pobladores de cada lugar que cuando percibe un sismo puede informar a www.inpres.gob.ar. A partir de allí, en los lugares sin sismógrafos, se puede buscar registros en estaciones cercanas y lograr la determinación exacta de un epicentro.

Detectan deformación en la corteza

Como parte de lo generado por este sismo y con el objetivo de comprender mejor sus características y sus implicancias en el contexto geológico de la región, científicos de la Universidad de Río Negro y de la Universidad de la Patagonia Austral están trabajando tanto en la zona del sismo como de manera remota con información satelital.

“Si bien se reportó que el sismo tuvo un epicentro al noreste de la población local, junto al doctor en Física Dominique Derauw (IIPG-UNRN) y al geólogo Darío Orts (IIPG-UNRN) proponemos como ubicación principal de la deformación en superficie, a un área ubicada a unos 20 kilómetros hacia el oeste de El Calafate. En ese sector fueron identificadas diversas evidencias, producto del sismo como: caídas de rocas, fracturas, licuefacción de suelos, entre otras”, detalló el geólogo y becario del CONICET Christian Soto, que recorre la zona más afectada por el sismo.

Y agregó: “Mediante el uso de imágenes satelitales de radar se pudo registrar con gran precisión un levantamiento concéntrico del terreno de hasta 7 cm, afectando a un área de aproximadamente más de 40 km2. Para dicho cálculo se utilizaron imágenes de radar adquiridas por el satélite Sentinel-1 de ESA (Agencia Espacial Europea) y luego fueron procesadas por la metodología de interferometría diferencial (DInSAR) que es capaz de detectar movimientos del orden milimétrico”, expresó el geólogo.