Fuente LA NACION/MARIELA ARIAS -

EL CALAFATE.- Desde hace un año se detectan deslizamientos de suelos en las márgenes del río Santa Cruz en el sitio donde se va a construir la represa Cóndor Cliff (ex Néstor Kirchner) y ahora se espera un rediseño mientras se hacen obras de mantenimiento. Así lo informó ayer la empresa estatal Integración Energética Argentina ( Ieasa), heredera de la ex-Enarsa. Las obras principales, iniciadas en febrero de 2018, tienen un avance global del 16%.

En el Gobierno confirmaron que se solicitó a la UTE Represas Patagonia la solución de ingeniería correspondiente con el asesoramiento de un panel de expertos internacionales, en tanto que para mitigar el impacto ambiental de los deslizamientos y garantizar la seguridad de las obras en marcha, de las personas y del funcionamiento futuro de la central, Ieasa "ha autorizado tareas menores de relleno (construcción de refuerzos, contrafuertes y puntales), que representan aproximadamente un monto de US$5 millones, que no implica necesariamente un traslado directo al costo final de la obra".

El portal de noticias especializadas Econojournal informó ayer que un error en la construcción de Cóndor Cliff sería la causa de una "enorme grieta en uno de los taludes de contención del vertedero que se montaron sobre el río Santa Cruz, lo que obligará a un rediseño integral del proyecto". El mismo artículo afirmaba que el problema demandó una erogación adicional de US$250 millones, cifra equivalente al 5% del presupuesto inicial.

Sin embargo, aunque el gobierno nacional y la UTE a cargo del proyecto reconocieron problemas, negaron que hayan iniciado obras nuevas. Represas Patagonia asegura que el rediseño se hará dentro del presupuesto pautado inicialmente para la obra, en tanto que la empresa estatal asegura que no se han autorizado nuevos movimientos de suelos ni obras adicionales, a la espera de que la contratista presente una nueva ingeniería para la obra que contemple las particularidades geológicas del terreno.

La publicación levantó un revuelo entre las partes involucradas en la obra y también en las organizaciones ambientalistas, que desde hace varios años vienen litigando para intentar frenar la obra.

El Gobierno explicó que la propuesta que eleve la UTE deberá ser aprobada a través de una adenda contractual "que incluirá la asignación de responsabilidades según corresponda entre comitente y contratista", y aclaró que la situación se registra solo en la obra de Cóndor Cliff, en tanto que en la obra de La Barrancosa (ex Jorge Cepernic) no se han verificado inconvenientes geológicos y los trabajos continúan de acuerdo al proyecto ejecutivo.

Por su parte, la UTE, integrada por la empresa china Gezhouba, la cordobesa Electroingeniería y la mendocina Hidrocuyo, se explayó sobre aspectos técnicos de lo ocurrido y explicó que con el avance de las excavaciones se detectó la existencia de "una zona conformada por un material de baja resistencia con potencial riesgo de deslizamiento, por el bajo ángulo de fricción interna y cohesión nula, que impone la necesidad de revisión del diseño, para reubicar las estructuras de hormigón para el desvío del río y el vertedero de Cóndor Cliff".

La propuesta de ajuste presentada por la UTE contempla "la reubicación de obras evitando la zona con potencial riesgo de deslizamiento".

Sobre los costos aclaran que "los cambios a implementar se realizarán dentro del mismo monto de la financiación de los bancos chinos aprobado a la fecha", y explican que el financiamiento estipulado "es suficiente para la ejecución de la obra con las modificaciones resultantes de las condiciones geológicas encontradas". En el comunicado dado a conocer ayer a la tarde destacaron que no existieron errores de construcción, ni derrumbes, ni grandes deslizamientos. Explican que la metodología de excavación aplicada "permitió conocer con precisión las características de los materiales",

Reclamo ambiental

La coalición de distintas ONG Río Santa Cruz Sin Represas, conformada por Aves Argentinas, Banco de Bosques, FARN y Vida Silvestre, entre otras, presentará hoy un pedido de acceso a la información pública ante la Secretaría de Energía para esclarecer los hechos denunciados en relación a errores en la construcción de la represa.

"Bajo ninguna circunstancia puede utilizarse el 'Plan de Gestión Ambiental Adaptativo' como coartada para preparar nuevos estudios mientras avanza la obra. Esto lo vimos claramente en las duras impugnaciones de la Secretaría de Energía y la UTE al peritaje biológico. Este argumento es ilegal y arbitrario, porque la ley general del ambiente claramente establece que el análisis de riesgos se tiene que dar en forma 'previa'. La propia Corte Suprema ha dicho que los estudios de impacto ambiental no pueden aprobarse de manera condicionada, supeditando el análisis de riesgos a futuros estudios", detalló a LA NACION el abogado Cristian Fernández, representante de la coalición de entidades.

FOTO DE PORTADA: HORACIO CORDOBA/LA NACION