No los une el amorLA NACIÓN/Maia Jastreblansky - Mariela Arias.- En 18 de las 33 propiedades que figuran en la última declaración jurada deCristina Kirchner o a nombre de la empresa familiar Los Sauces SA existieron operaciones comerciales con Lázaro Báez . Representan más del 50% de los inmuebles del ex matrimonio presidencial. Así queda evidenciado en una gran cantidad de documentos privados y escrituras públicas. Entre las transacciones se contabilizan compras, ventas, alquileres, un fideicomiso, una permuta y hasta un condominio. Fueron negocios que marcaron ingresos exponenciales para los beneficiarios. Hubo operaciones aisladas y otras "en combo". Todas tuvieron un denominador común: fueron en Santa Cruz. Los vínculos económicos cruzados entre la familia Kirchner y Báez son históricos. Los negocios en el rubro inmobiliario y hotelero signaron esa relación en la última década, si se tienen en cuenta las habitaciones alquiladas sin usar en los hoteles o la gerencia de los complejos turísticos de los Kirchner en manos del empresario patagónico. LA NACION pudo acceder a la nominación catastral de todos los inmuebles de los Kirchner, a informes del registro de la propiedad inmueble y a documentación interna de la compañía Austral Construcciones, la nave insignia de Báez, que está preso desde el 5 de abril por lavado de dinero. A partir de esta documentación, se confirmaron los negocios en común, muchos de ellos investigados actualmente por la Justicia en las causas conocidas como Hotesur, Los Sauces y la ruta del dinero K. Un caso emblemático de los nexos entre los Kirchner y Báez son las tierras sobre las que se amplió el hotel Los Sauces, en El Calafate. Hay una historia oficial y otra paralela. La oficial registra una permuta por pesos, la otra describe un intercambio de terrenos estratégicos entre ambas partes. Según los informes de dominio a los que accedió LA NACION, el 19 de marzo de 2007, Austral Construcciones, le permutó la Quinta 10A a Cristina Kirchner por $ 150.000 y, sobre ese predio, la ex mandataria amplió su hotel boutique. Sin embargo, los registros internos del Grupo Austral, a los que accedió LA NACION, hablan de que, en rigor, se intercambió a la Quinta 10A por el 50% de otro lote de más de 8,7 hectáreas emplazado sobre la margen sur del lago Argentino, que estaba a nombre de la ex presidenta. Fue así que Báez se transformó en condómino de la ex jefa de Estado, en un gran terreno que al día de hoy es un páramo. Casas y departamentos También Kirchner y Báez figuraon juntos en un fideicomiso de 10 departamentos que se construyeron en la calle Mitre de Río Gallegos. El terreno era del ex presidente, y el empresario se encargó de la construcción de los inmuebles, que luego pasaron a engrosar el patrimonio presidencial. Austral Construcciones pagó además por el alquiler de varios inmuebles de los Kirchner, para que sean utilizados por algunos de sus gerentes. Máximo Kirchner, incluso, se encargó de retirar y cobrar los cheques entregados en cada pago. Es el caso de la casa ubicada en la calle Orkeke 416, en Río Gallegos, que consta en el tercer renglón de la última declaración jurada de Cristina. Hoy, la vivienda tiene un letrero de alquiler de "Sancho & Sanfelice y Asociados". Inmuebles de Los Sauces SA Otro grupo de propiedades en juego son las que figuraron a nombre de la sociedad Los Sauces SA, hoy objeto de pesquisa en una causa que investiga el juez Claudio Bonadio. Esta firma adquirió siete inmuebles entre 2008 y 2015: en cuatro de ellos Báez tuvo un rol clave. En Río Gallegos, sobre un viejo lote de Néstor Kirchner que en 2008 transfirió a Los Sauces SA ubicado en la calle Mariano Moreno al 800, Austral construyó un complejo de departamentos y luego los alquiló para sus empleados. Idéntica operatoria se dio con el complejo ubicado la esquina de Alvear y Tucumán sobre una otrora propiedad de Cristina que luego pasó a estar a nombre de la sociedad. Otra operación se dio con un inmueble sobre la calle 25 de Mayo, de Río Gallegos, aunque de forma inversa: pertenecía a Austral Construcciones y en junio de 2010, fue comprado por Los Sauces SA. El cuarto inmueble que adquirió Los Sauces en 2009 es una parcela de 1.961 metros en El Chaltén. Allí se erige la hostería de montaña La Aldea del Chaltén tal como lo reveló el diario Clarín. Báez en tanto, declaró como propia La Aldea del Chaltén SA, la empresa que sería dueña del hotel, dato que la Justicia también intenta establecer. Sólo entre 2008 y 2009, Báez compró a los Kirchner 10 inmuebles en la ciudad de Río Gallegos. Pagó $ 4 millones y los escrituró a nombre de su empresa insignia. Las operaciones inmobiliarias fueron informadas por los Kirchner en la declaración jurada de 2009: ese año, la pareja presidencial afirmó que su patrimonio había crecido 158%. Lo que no aclararon es quien había sido el principal comprador. Las operaciones fue reveladas por LA NACION en 2013 a partir de cotejar documentos públicos y registros privados: se trata de 3 terrenos, 3 departamentos céntricos, 2 casas y un local comercial. Cuando llegó a la presidencia, después de 12 años de vivir en la residencia de los gobernadores, Néstor Kirchner adquirió la casa de la familia Gotti en pleno centro de Río Gallegos. Báez compró la vivienda en 2008 a través de la constructora Epelco. La operación fue revelada por el diario Perfil. Desde entonces, la casa está vacía. El negocio más jugoso entre Báez y la familia Kirchner fue el del alquiler de habitaciones de hotel, que nunca se llegaron a habitar. LA NACION reveló a fines de 2013 que 7 empresas de Báez firmaron acuerdos retroactivos y confidenciales con el hotel Alto Calafate de los Kirchner a mediados de 2010. Durante más de un año desembolsó $ 10,1 millones por 935 habitaciones que nunca fueron ocupadas. Durante ese mismo período, Báez también pagó $ 3,2 millones para alquilar la hostería Las Dunas, ubicada sobre la "Fracción C1A" que, de acuerdo con los registros oficiales, fue adquirido por Néstor Kirchner en febrero de 2008. El alquiler de habitaciones se dio, además, mientras Valle Mitre SA, otra de las empresas de Báez, gerenciaba el hotel Alto Calafate, Las Dunas y la Aldea de El Chaltén. En 2013, después de las sospechas de lavado de dinero, fue apartado de la gerencia.