BeLópezito Yo soy el estado. El estado es mío. El estado como cosa propia. Todas las cosas del estado son mías. Así parecía pensar José López, el funcionario que creció en Santa Cruz al amparo del kirchnerismo y desarrolló todas sus dotes durante 12 años al frente de la obra pública nacional. Ahora sus ex funcionarios y  ex secretarios (que antes eran de él, pero ahora no tienen dudas en contar las cosas de su jefe) relataron ante la justicia los viajes en autos del ministerio destinados a trámites personales  y paseos familiares, y como se dedicaban a tareas domésticas y privadas y también a tareas de campaña. Todo con recursos del estado. Porque el estado era de él. O al menos así lo creía. En La Nación de hoy una nota imperdible de Maia Jastreblansky relata los detalles de los servicios que los funcionarios le prestaban a Lopez. También explicaron, por otro lado, el vínculo entre su ex jefe y los dueños de la casa de Tigre, hoy imputados como presuntos testaferros. Empleados públicos destinados a tareas domésticas: los insólitos testimonios del caso López