Captura de pantalla 2016-04-04 a las 11.38.01 a.m.Por Marcelo Cépernic.- Me desagrada el show mediático de la detención de Lázaro Baez. Y la condena anticipada de la gente puteándolo con entusiasmo. Aún cuando lo considero uno de los íconos de la corrupción kirchnerista, es necesario aceptar el mandato de nuestras leyes, pues se debe demostrar ante los estrados judiciales la culpabilidad de un ciudadano. Hasta entonces, estamos obligados por ella a presumirlo inocente. No confío en el Juez Casanello. Es el Juez que mantuvo vigente durante cinco años la causa contra Mauricio Macri y lo absolvió luego que ganara las elecciones. Es el Juez que durmió la causa de Baez durante años hasta ahora, que los vientos cambiaron y de pronto se despertó de su letargo. No son esos los jueces que necesita nuestro país. No me alegra ver un hombre esposado. Y traté de quitar de mi mente el recuerdo de las infamias que cometieron con el fiscal Campagnoli, quitándolo de la causa, desmantelando su valioso equipo de investigación, sometiéndolo a un juicio amañado para protegerlo a Lázaro. Que difícil es espantar a los demonios de la revancha.