157029_1514782835280_7457590_nPor Leo Canosa Consternados y consternadas, les creo, no sabían nada, “recién me entero” como dijo Paenza. Te creo Echarri, aunque te constaba que algunas productoras cobraban mas que otras. Te creo Dupláa, para vos no hay nada raro con esa gente contando plata. Te creo Brieva, aunque parece que te enojó mas que lo descubrieran. Te creo Hebe, quizá López era un infiltrado. Te creo Dolina, debe ser honesta tu estrafalaria teoría que es peor cagar de hambre al pueblo que volverse millonario robándole. Pero si!, te creo Alberto Fernández: “cuando estaba Néstor era distinto”. Navarro no sabía que Cristóbal se quedó con retenciones, a Víctor Hugo no le parecía mucho el sueldo y Brancatelli luchó contra el resto de la humanidad. Puedo creer que sus corazones (sistema límbico) tenga razones que la razón no comprende, como dijo Pascal, o que por algún extraño problema en su isocorteza jamás se plantearon la más mínima duda acerca de la honestidad de sus referentes políticos. Puedo aceptar que convivía en vuestras personas un ser ético, inteligente y militante con otro perfectamente ingenuo y desinformado, y si, recién se enteran. Mirá vos.... Pero sabés que pasa; fueron soberbios. Se la creyeron y maltrataron a mucha gente. Mostrarse consternados y humildes no equilibra la ecuación. Los veo con la cobarde intrepidez del pavo, como unos pálidos teresos llevados por el vértigo de la cloaka. Y si algo me encantó de este experimento kirchnerista, fue que quedó al descubierto la verdadera esencia de una enorme cantidad de artistas, periodistas y políticos que casi me engañan para siempre. Chorros, soretes o fanáticos imbéciles. Pero les creo, les creo. *El autor es director de FM Abril de Río Gallegos