NovakPor Mario Novak, periodista. Doce años antes de la fundación oficial de Río Gallegos, el 19 de diciembre de 1885, nacía Puerto Gallegos, intento de colonia chilena, ubicada en el paraje conocido como Killik Aike Sur. La colonia consistía en un rancho de adobes rústico, con una dotación de soldados que constituyó el Fuerte Gallegos. Según los registros históricos una treintena de colonos habían sido dispuestos para consolidar la ocupación de la zona del Río Gallegos. Esta instalación fue decidida por el gobernador de Magallanes, Oscar Viel y Toro y aprobada por el entonces Ministro de Relaciones Exteriores y Colonización de Chile, Dr. Adolfo Ibañez Gutierrez. Un 18 de febrero de 1873 parte desde Punta Arenas la balandra “Anita”, propiedad de José Nogueira, acaudalado comerciante y ganadero, transportando colonos, pertrechos y caballada destinada a la incipiente colonia y Fuerte Militar. Sin embargo, esta decisión era fruto de la premura con que el gobierno chileno pretendía avanzar sobre la Patagonia. Poco tiempo antes una comitiva de cuatro representantes de una compañía comercial británica visitaba al gobernador magallánico y al canciller chileno. En este encuentro los británicos les hacían conocer que ya existían tratativas con el gobierno argentino para establecer diversas colonias con unos tres millares de inmigrantes. Esto aceleró la decisión chilena y la colaboración de Nogueira fue fundamental, aportando materiales y logística. La intención chilena era ocupar además y en forma definitiva Puerto Santa Cruz, donde la familia Rouquad se había instalado con una factoría de grasa de lobos marinos y era sorprendida en forma continua por la aparición de navíos argentinos y chilenos.  Esta intención no fue posible en virtud del estado de la caballada apostada en el Fuerte Gallegos. La ocupación del Río Gallegos y la fundación de la nueva población fueron conocidos por la opinión pública al publicarse en el Diario “La Patria” de Valparaíso, correspondencia de Magallanes, en la que se daba cuenta de ambas medidas. El conocimiento de ambas medidas fue recibida con entusiasmo por la población chilena, no así por las autoridades argentinas, quienes por intermedio del agente Felix Frías,  procedieron a elevar las protestas diplomáticas correspondientes, argumentando que estas acciones violaban el Status Quo pactado entre ambos países para la determinación definitiva de limites. Esta protesta y la decisión de no abrir un nuevo litigio, ya con el foco del conflicto con sus vecinos Bolivia y Perú, hicieron que el gobierno chileno desistiera de continuar con Puerto Gallegos. Las casas que se estaban construyendo en la colonia fueron desarmadas y reembarcadas a Punta Arenas junto con los pobladores,  quedando en píe un rancho de adobes, como único vestigio de la fundación que duró apenas seis semanas. Sin embargo, algunos como el francés Celestino Bousquet decidieron quedarse y sería años después un actor fundamental acompañando a exploradores y autoridades de la Gobernación del Territorio de Santa Cruz. Era presidente por entonces, Domingo Faustino Sarmiento, quien había escrito en 1849 artículos controversiales con relación a la soberanía de la Patagonia, otorgandole preferencia por Chile. Sin embargo como suele ocurrir con la dirigencia política, se desdecía de estas afirmaciones tiempo después y argumentaba fervorosamente, tanto en diarios argentinos como El Nacional como en foros internacionales. Lo cierto es que este episodio de la fallida fundación del Río Gallegos chileno, lo tuvo como protagonista fundamental, ya que ordenó las gestiones diplomáticas para desplazar a los chilenos de las zonas ocupadas e inmediatamente comenzó el proceso de poblamiento de Puerto Santa Cruz y más tarde Río Gallegos. Inmigrantes chilenos como Pedro Urbina, fueron también beneficiarios del otorgamiento de tierras fiscales para la explotación ovina. Un rastro que dejó la efímera ocupación del Río Gallegos y los indios tehuelches que cambiaban de bandera con cada conflicto diplomático. El apellido Viel, también ha dejado registro en nuestra ciudad, por ejemplo con la artista plástica Patricia Viel, descendiente del ex gobernador magallánico.