Captura de pantalla 2016-08-15 a las 11.43.14 a.m.Por Mirtha Espina, periodista En estos días, en medio de una catarata de noticias de conflictos gremiales y sociales, nos enteramos que el empleado municipal Ramón Marimán perdió la visión de su ojo a consecuencia de un balazo de goma recibido cuando participaba de una protesta frente a la Cámara de Diputados de la provincia. El ojo de un laburante cuenta poco en estas tierras; en las que los gobernantes se rasgan las vestiduras con el discurso de los derechos humanos. Si se recuerda, en el año 2007, un huevo y un poco de harina arrojados a la por entonces ministra Kirchner fue tapa de los diarios; y a partir de ello se generó una sucesión de acusaciones y persecuciones. ...Si se hiciera cuenta desde las golpizas que recibieron los municipales en el corralón en los años noventa, el ataque a los caceroleros, el desembarco de tropas especiales para atacar a la huelga docente, la represión a los municipales en el 2007, los ataques a los docentes cuando la patota de la UOCRA era la custodia de Peralta, las represiones en la zona norte...La misma muerte del oficial de policía Sayago...y tantos hechos que escapan a la memoria en un recuento quizá apresurado, vemos cómo poco a poco el uso de la violencia represiva se fue naturalizando. A todo esto deberíamos agregar un estado que constantemente estigmatiza a quienes piensan diferente; desde los opositores políticos a cualquier sector que reclama por los derechos que considera violados y otras formas de violencia no menos crueles basadas en la discriminación por pensar diferente!! A la par, nos acostumbramos a un estado que tiene un “bolsillo de payaso”. Que reparte subsidios a diestra y siniestra, en el que se mueven cifras siderales en obras que nada tiene que ver con la infraestructura básica y donde florecen los detalles de fondos desviados de sus destinos específicos. Un estado colapsado en las prestaciones básicas de salud y educación, pero con una cantidad ilimitada de empleados públicos... Institucionalmente la pobreza que supimos conseguir es tremenda, desde una escuálida representación de la sociedad en el estado, un sistema electoral amañado que mediatiza la voluntad popular mediante el sistema de lemas, la justicia devenida en una estructura burocratica, pero que no es un contra-poder a las arbitrariedades del ejecutivo y el legislativo...Y, sea dicho de paso que el kirchnerismo por principio no admite la declaración de inconstitucionalidad de sus medidas. Todo esto sumado es algo más que una lista de calamidades, o anécdotas para contar en un velorio. Es más profundo. Significa que la democracia no se quedó en Santa Cruz…, significa que la idea de ser un estado democrático se perdió. Es más el verso de “santacruceño es …” que una realidad palpable, un ejercicio donde se respeten derechos y obligaciones y los conflictos se encarrilen a un rumbo de solución. Y más aún: la indiferencia de los sectores que sienten que este problema no los toca, los que” venden humo” promocionando zonas francas, destinos turísticos y obras faraónicas que devienen en frustraciones, esos que siempre aplauden en los actos oficiales y se llevan un cheque en el bolsillo, cumpliendo la sentencia de Perón: “gritaban viva la revolución y se llevaban una máquina de escribir bajo el brazo”. Los hijos del “no te metás”. Esos completan el cuadro de mediocridad. En medio de este cuadro, qué cuernos puede importar que un triste laburante pierda un ojo...!? si poco a poco perdimos la dignidad como sociedad y no le damos bola. Estamos hasta las orejas de mal y no tenemos reacción, salvo que nos toquen nuestra quintita. Ahi sí somos lobos feroces. Debería preocuparnos más el daño que sufrió Marimán. ...Quedará sensibilidad?