Stoessel columnaPor Javier Stoessel.- La Vocalía por la minoría política en el Tribunal de Cuentas se encuentra a cargo de la Auditoría de Administración Central y de la Auditoría de Cuentas Especiales. El área de Administración Central dispone sólo de 9 auditores y 2 revisores, recursos humanos con el cual debe hacer frente al contralor del Ministerio de Economía, Finanzas e Infraestructura, Ministerio Secretaría General de la Gobernación, Gobernación, Consejo Provincial de Educación, Jefatura de Gabinete de Ministros, Policía Provincial, Consejo de la Magistratura, Tribunal de Disciplina, Honorable Cámara de Diputados, Poder Judicial, Ministerio de Desarrollo Social, Ministerio de la Producción, Comercio e Industria y Ministerio de Gobierno, Ministerio de Salud y Ambiente; siendo claramente insuficiente el personal con que se cuenta para realizar el control actual de la gestión económico-financiera y para realizar los estudios de cuentas de los ejercicios anteriores. Por su parte, el área de cuentas especiales dispone con 5 auditores y 2 revisores para auditar la totalidad de los Hospitales de la Provincia -14 Hospitales- más diversas cuentas especiales (UEPAOMREE, ESCRIBANIA MAYOR DE GOBIERNO, FDO TECNOLOGICO PRODUCTIVO, POLICIA ADICIONAL, FDO PODER JUDICIAL, UEP, FDO ESPECIAL DE PESCA, SVOA-BID, MICRO EMPRESA PROD. P/JOVENES, FDO DE DESARROLLO PROVINCIAL, PREPAP, UNEPOSC). A la situación referida al personal, se suma la deficitaria infraestructura, con un edificio que difícilmente sería habilitado para uso empresarial o comercial privado; por el estado de sus instalaciones eléctricas, de gas y de agua, que no se ajustan a estándares aceptables de seguridad e higiene laboral; situación a la que se arriba después de una década de déficit y desinversión en mantenimiento y obras en Santa Cruz. Ejemplo de ello, es que desde hace ya casi un mes, el Tribunal cuenta sólo con red de gas natural en algunos sectores, ya que ante denuncia formulada por la asociación gremial, fueron inicialmente retirados los medidores por condiciones de seguridad, sin que se pudiera restablecer por completo el servicio, continuando hoy las reparaciones, reduciendo el horario de trabajo y suspendiéndose la actividad los días más fríos. A la fecha, solo por la paciencia y el esfuerzo personal de los trabajadores es que el tribunal continúa con un funcionamiento mínimo. A ello se agrega que se ha desafectado personal administrativo auxiliar, para ser afectado a la Jefatura de Rendiciones de la Vocalía de entes descentralizados; lo que se suma a acciones anteriores análogas –la desafectación del personal de mesa de entradas de administración central sin designar reemplazante, la designación de un Jefe de Auditores sin experiencia en el área- y el acceso a la jubilación ordinaria de un revisor de cuentas sin designar reemplazante. La dimensión y complejidad de la administración pública provincial ha ido creciendo en los últimos años, lo que no fue acompañado con la modernización y reestructuración del Tribunal de Cuentas, política que no ha sido inocente, y que trasluce claramente la voluntad de un gobierno que no quiere ser controlado; por lo que no podemos sumar a esto políticas internas desacertadas de administración de recursos humanos desde el propio Tribunal. Esta cuadro de situación, requiere la adopción de medidas urgentes, pues resulta evidente que es imposible el adecuado cumplimiento de la función legal y constitucional que ha sido asignada a esta Vocalía, correspondiendo exigir al mismo Tribunal de Cuentas y al Gobierno Provincial, provea de las condiciones mínimas y necesarias que aseguren el completo funcionamiento del Tribunal, lo que a la fecha no se hace. Desde la Presidencia del Tribunal, se ha requerido al Poder Ejecutivo la asignación de personal y de recursos, sin respuesta eficiente a la fecha, pero también existen medidas de reorganización interna que es necesario adoptar desde el mismo Tribunal, por las que se está reclamando. Estimo necesario hacer pública esta situación, porque el déficit de los mecanismos de control no puede normalizarse, y la situación de crisis no puede ser utilizada para menguar el funcionamiento de las instituciones republicanas del control de los actos de gobierno, colocándolas al borde de su cierre. *El autor es Vocal por la Minoría en el Tribunal de Cuentas