OPINIÓN.- Con total azoro veo estos días cómo han entrado en escena algunos Municipios, no precisamente por sus urgentes y dramáticas situaciones sino por el funcionamiento escandaloso de sus Concejos Deliberantes. Hablar de Concejos Deliberantes es hablar de Concejales, representantes elegidos por los ciudadanos para resolver sus problemas no para pelear por nichos de poder como son las Presidencias de los Concejos. Nichos de poder porque manejan fondos y porque manejan posibilidades de ingresos de personal, entre tantas otras cosas, no evidentemente de cara a la gente sino en vísperas de año electoral. Lo acontecido en Río Gallegos, en el novel Municipio de El Chaltén, en Río Turbio, son muestras claras de que las instituciones no funcionan porque lo que se ha perdido es la brújula de la función pública. Así como seguimos con azoro y dolor las rutas del dinero K que saquearon nuestro presente, tendríamos que seguir la ruta de los funcionarios públicos que saquean el sentido de las instituciones cada vez con mayor descaro. Tal vez muchos que leen lo que escribo se preguntarán qué pasó…y yo sin que se ofendan les pido que además de todo lo que personal y familiarmente vivimos, miremos qué hacen los que deciden por nosotros… Tal vez muchos que leen lo que escribo pensarán que lo que hago es políticamente incorrecto…. Pero saben? La función pública tiene que recuperar su sentido, sentido aferrado al bien común, ligado a lo colectivo, sujeto al respeto irrestricto a la Constitución y las Leyes, limitado a mandatos populares no a roscas menores en tiempos de problemas mayores!!!! Con todo devastado, con un panorama nacional, provincial y municipal tan complejo y delicado, éstos comportamientos me avergüenzan, me indignan, y lo digo desde el lugar de profunda humildad y respeto con el que trato siempre a cada actor político, sea querible o despreciable. Porque si algo aprendí es que el límite es el respeto y por eso elijo respetar para vivir y convivir. Creo que es tiempo de salir de los microclimas, de mirar más allá de lo que nuestros ojos pueden ver, de escuchar más allá de lo que nos conviene o gusta oír, de aprender a que en contextos como los que vivimos lo que está en juego no son los resultados de las elecciones 2019 , ni la impunidad, ni el poder! Lo que está en juego es que los que siempre pierden y que no compiten en las elecciones, empiecen a tener dignidad para vivir! Empiecen a tener oportunidades! Empiecen a ser escuchados porque tienen voz y mucho que decir!!! Empiecen a tener derechos….no discurseados ni “negociados” sino garantizados !!! Disputan nichos en lugar de ayudarnos a salir del cementerio!!!!!! Y eso es lo que la ciudadanía nos ha pedido al votarnos a quienes ocupamos la función pública!!!! “La mediocridad para algunos es normal” canta Charly García. Salgamos de la mediocridad para poder ver a los demás, para poder ver más allá, para poder dar batalla contra la pobreza, la injusticia, la mentira, que son las luchas que sólo puede ganar la política cuando en el horizonte de quienes trabajan en la función pública está el sueño de apostar a la construcción colectiva de una comunidad digna, libre y humana. No todo vale. Gaby Mestelán, diputada Encuentro Ciudadano