Artículo 60 Código Civil y Comercial – Directivas médicas anticipadas.

En estas épocas tan críticas, conviene recordar ciertas normas del nuevo Código Civil y Comercial, que nos permiten prever las contingencias y determinar nosotros mismos sobre cuestiones esenciales para nuestra vida y nuestra salud, cuando contamos con nuestro pleno discernimiento y facultades.

Las consecuencias de las decisiones médicas, recaen sobre nuestra propia persona; y, pudiendo estar comprometidas “las creencias religiosas, la salud, la personalidad espiritual y física y la integridad personal”, poseemos el derecho personalísimo a decidir sobre la propia vida.

El artículo 60 del Código Civil y Comercial, contiene uno de los denominados “actos de autoprotección”, como declaración de voluntad donde se plasman las decisiones y directivas sobre todos los aspectos, personales y patrimoniales, para el futuro, ante una eventual pérdida o disminución del discernimiento.

Conforme al art. 60 del C.C. y C. podemos:

*anticipar directivas médicas;
*dejar plasmado qué tipo de tratamientos consideramos compatibles con nuestro derecho a vivir y morir con dignidad;
*conferir mandato para determinar quién tiene la decisión en cuestiones de salud cuando no podamos manifestarnos;
*designar quién otorgará el consentimiento por nosotros para prácticas médicas si no podemos hacerlo.

Podrán otorgarse las directivas ante Escribano Público o ante juzgados de primera instancia con presencia de dos testigos. Las directivas son revocables en cualquier tiempo.

Las precauciones y prevenciones que podemos dejar plasmadas, quizás no resuelvan el problema de fondo,  pero pueden servir para aliviar el peso de la decisión de terceros, garantizar que se respete nuestra voluntad y dar certidumbre a nuestros familiares sobre cuál era nuestra real decisión.

También puede prevenir eventuales conflictos. Para el caso de uniones convivenciales no registradas, facilitará la acreditación legal (e inclusive judicial) sobre quién es la persona en quien confiamos nuestra salud y nuestra vida.