EL CALAFATE.- Actualmente se considera a la Aromoterapia, una medicina complementaria ampliamente practicada, podríamos decir que es la piedra angular de la naturaleza ya que la podemos encontrar en las flores, hierbas, plantas o corteza obteniendo de ellas por diferentes procesos los aceites esenciales.

Se fundamenta sobre todo considerando a la persona como un todo: armoniza lo físico, emocional, mental y espiritual, todo ello interrelacionado, es decir un enfoque holístico de la persona, por lo tanto el tratamiento no es enfocado sobre una afección determinada para obtener resultados efectivos y positivos, se debe tener en cuenta todas las características de la persona.

El uso de la Aromoterapia se remonta a la época de los Faraones en Egipto. Cuando en el año 1922 abrieron la tumba de Tutankamón encontraron allí vasijas de alabastro con incienso las cuales habían sido colocadas en el año 3000 antes de la Era Cristiana. En otras civilizaciones como China, Medio Oriente y pueblos nativos  los médicos eran perfumistas y Sacerdotes,  en Egipto curaban a las personas con aromas.

En 1928 la Aromoterapia fue bautizada como tal por el químico francés René Maurice Gattefosse quien mientras trabajaba con aceites esenciales se quemó accidentalmente la mano y para calmar su dolor sumergió la mano en aceite de lavanda y notó que calmaba su dolor y lo refrescaba, fue tal el interés que le produjo que comenzó a estudiar las propiedades de aceites esenciales.

Aceites esenciales

Un aceite esencial es un líquido aromático volátil que se encuentra dentro de muchas hojas, flores, árboles, raíces, arbustos y semillas, se extraen a través de la destilación al vapor, hidrodestilación o extracción a presión en frío. Son sustancias sumamente complejas que pueden tener cientos de componentes y sus aromas entran en la familia de: cítricos, florales, herbáceos, alcanforados, resinosos, amaderados, picantes y terrosos.

Los aceites esenciales actúan por el olfato y la piel por que el cerebro, el sistema nervioso y órganos sensoriales derivan del ectodermo, capa externa del embrión, de la cual también deriva la piel. Ese origen común es lo que hace que toda la vida se mantengan en conexión intima entre ellos. Cuando se trata de armonizar estados emocionales y trastornos de origen nervioso se recomienda la inhalación directa o difusión atmosférica.

El sentido del olfato es fundamental para la vida.

Cuando las moléculas odoríferas hacen contacto con la mucosa olfatoria se desencadena un estímulo nervioso que es transmitido por el nervio olfatorio que llega primero al sistema límbico e hipotálamo que son los responsables de las emociones, sentimientos, instintos e impulsos.

Estas zonas cerebrales también se relacionan con la memoria y gestionan una liberación de hormonas. Por ellos los olores tienen el poder de modificar el comportamiento y funciones corporales, esta información olorosa también llega a la corteza cerebral donde se discrimina el olor que se percibe y lo hace consciente.

Actualmente, muchos médicos y científicos toman la Aromoterapia como una verdadera ciencia. En la Argentina, existe una corriente de profesionales del área de la salud que lentamente se va acercando a esta técnica.