EL CALAFATE.- A 20 meses del asesinato de Fabián Gutiérrez, el juez Carlos Narvarte cerró la instrucción de la causa y notificó a las partes intervinientes, quedando así más cerca de elevar la causa al juicio oral que se espera que se realice este año. Para el juez de instrucción hay pruebas suficientes, en miles de fojas que suman el expediente, para que Facundo Zaeta, Facundo Gómez y Pedro Monzón sean juzgados por el delito de homicidio doblemente calificado por ensañamiento y alevosía contra el exsecretario privado de Cristina Kirchner.

El juez Carlos Narvarte cerró la instrucción de la causa que investiga el crimen del ex secretario presidencial, Fabián Gutiérrez, ocurrido aquí entre la noche del 2 de julio y la madrugada del día siguiente. Las partes ya fueron notificadas y ahora se espera que desde la fiscalía y la querella se eleve la acusación que luego será presentada en la Cámara de Río Gallegos, quien deberá fijar la fecha para el juicio oral.

Fuentes con acceso a la causa confirmaron a Winfo Santa Cruz que el juicio oral deberá ser este año, ya que los tres jóvenes imputados no pueden cumplir más de dos años detenidos sin sentencia.

Los dos años de la causa se cumplirán el 4 de julio. Esa mañana, del 2020, Pedro Monzón, confesó ante el juez el lugar donde habían dejado el cuerpo del empresario luego de atacarlo en su domicilio. Atrás quedaban 36 horas de horror, sobre la que aún restan encontrar piezas del rompecabezas que indiquen si los tres jóvenes actuaron solos o recibieron ayuda.

Mientras los abogados de los tres procesados arman su propia versión de los hechos intentando que sus defendidos no lleguen a perpetua, la querella, que representa a la madre y la hermana de Fabián Gutiérrez, sostiene que aún resta definir quiénes fueron los encubridores. Sobre este punto hay sospechas y se continúan las investigaciones, pero aún no hay pruebas suficientes para llamar a indagatoria. De haber novedades podrán develarse durante el juicio oral.

La causa ya está resuelta desde hace un tiempo atrás y no se agregaron nuevos hechos, y si se agregaran nuevos hechos hay que tomar a todos declaración de nuevo. Lo mejor es que se eleve y todos los planteos ya se los hace en la Cámara”, explicó el abogado querellante Sandro Levin Dumenes, representante de la familia de Fabián Gutierrez.

Para Levin Dumenes en función de los datos concluidos por los médicos forenses, la participación de los tres jóvenes fue indispensable para ser considerados coautores. “El cuerpo presentaba multiplicidad de golpes y según los informes de la autopsia, fueron propinados por dos o más personas”, afirmó a Winfo Santa Cruz el abogado. Quedó establecido que Gutiérrez murió entre las 23 horas del 02 de julio y las primeras horas del 03 de julio. Cuando lo trasladaron en la caja de una camioneta envuelto en una alfombra, el exsecretario de Cristina, ya estaba fallecido.

A Fabián Gutiérrez le pegaron con un palo en la cabeza en el parietal izquierdo, lo maniataron, le propinaron golpes en la cara y en el cuerpo y lo ahorcaron varias veces con un cable, hasta ahogarlo. Post mortem le dieron puntazos en el cuello. Murió por asfixia mecánica. Quienes lo mataron buscaban dinero en efectivo en grandes cantidades. Nunca se encontró rastros de ese tesoro que buscaban.

Las últimas horas de Gutiérrez, y las confesiones de los acusados.

El 2 de julio, Gutiérrez concretó una cita secreta con Facundo Zaeta en la casa a la que se acababa de mudar solo. Su madre, fue quien alertó a la policía al día siguiente cuando su hijo no respondía las llamadas y la casa estaba vacía.

La noche del 3 de julio, Narvarte y los peritos de criminología de la policía entraron al chalet de Gutiérrez, todo estaba ordenado y limpio. Sin embargo, una gota de sangre en el techo, alertó al juez. Con el uso de luminol los peritos detectaron la escena de un crimen de extrema violencia. Todo indicaba que nadie había sobrevivido en semejante escenario.

Zaeta fue el primero en llegar con Gutiérrez a la cita, lo redujo, lo golpeó y lo maniató. Llamó a Gómez que esperaba el contacto junto a Monzón. Al llegar a la casa de Gutiérrez, cambian los relatos de los tres jóvenes que se inculpan haber sido los ideólogos del asesinato a Gutiérrez.

Zaeta acusa a Gómez de haber gestado la idea de robarle a Gutiérrez . Gómez asegura que solo fue a robar a propuesta de Zaeta, “en mi vida cometí un delito, ni pensé hacerlo(...) no sé si de pendejo o qué y le dije que sí”, declaró en la causa. Gómez llevó a Monzón quien aseguró que no sabía porque iba, que lo hacía porque Gómez era su jefe.

Tanto Gómez como Monzón declararon haber quedado en estado de shock al ingresar y ver a Gutiérrez golpeado y sangrando en el piso. Aquí las versiones vuelven a cambiar. Gómez asegura que Zaeta ultimó a Gutiérrez, en tanto que Monzón y Zaeta afirman que Gómez le tiró una piedra en la cabeza a la víctima.

La defensa de Gómez asegura que se trata de un invento de Monzón y afirman que aún faltan citar testigos e identificar de quien era el auto blanco y una camioneta RAM en la escena del crimen. Sostienen que Gómez se retiró de la escena y solo Zaeta y Monzón participaron del raid para esconder el cuerpo. También pidieron las pericias de un cuaderno de Zaeta donde estarían, garabateadas, las instrucciones para el crimen.

La defensa de Zaeta se enfocó en ubicar a Gómez como ideólogo del crimen y en atribuirle a su familia supuestos negocios con el exsecretario presidencial. Por su parte, la defensa de Monzón se centra en que su testigo sea considerado partícipe secundario obligado por su ex jefe. El joven experto en artes marciales, era empleado en la concesionaria de autos de la familia de Gómez.

Tanto la querella, como las defensas coinciden en que se podría probar la participación de más personas en el encubrimiento del crimen y que esto podría complicar la situación de familiares y del círculo íntimo de alguno de los procesados. Estas respuestas, son las que aún restan develar.