Rolando Nervi El subsecretario de Salud, Héctor Rolando Nervi, será involucrado en la denuncia que radicará la diputada Graciela Ocaña, para que se investigue un millonario desvío de fondos a través del programa nacional Argentina Sonríe, que se puso en vigencia en 2014 bajo la coordinación de Virgina García, actual ministro de Salud de Santa Cruz. A través de este plan odontológico el Ministerio de Salud de Nación adquirió 50 unidades móviles a la firma Callmed S.A. cuyo gerente, Agustín Nervi, es familiar de Rolando Nervi, quien en ese momento era el "coordinador del área patagónica" de Argentina Sonríe. En su denuncia, Ocaña consigna que a su vez Callmed subcontrató a la empresa AST-PRA para equipar los camiones odontológicos. El plan lo lanzó la entonces presidenta Cristina Fernández, con una inversión de $233 millones, los que en su mayoría fueron canalizados a través de cuatro universidades nacionales, la de San Martín, Chaco Austral, Entre Ríos y la UTN de Río Gallegos.  A pesar de contar equipamiento de última generación, los ómnibus dentales que costaron, $3,7 millones cada uno nunca pudieron funcionar, porque el equipamiento odontológico era tan delicado que se descalibraba fácilmente con el andar de los vehículos. Cada vez que salía una unidad móvil desde Buenos Aires se encontraba, al llegar a destino, que el equipo estaba descalibrado y que en esas condiciones no podía ser utilizado. [caption id="attachment_14525" align="alignleft" width="300"]Rocio y Alicia Días antes de dejar la presidencia, Cristina Fernández donó 11 de esas unidades móviles a Santa Cruz.[/caption] Una millonaria caja chica Hoy el periodista Daniel Santoro publicó en Clarín que que desviaron gastos por casi $ 4 millones para comprar carteras francesas, corbatas, pagar servicios de SPA en hoteles de lujo, restaurantes o cocheras privadas, entre otras irregularidades y todo en menos de dos años. De un análisis de solo 49 sobre 339 expedientes de rendición de gastos de cajas chicas se observan una serie de irregularidades. Van desde compras de combustible sin identificar al vehículo en que se cargó la nafta, compras los días sábados, domingos y feriados (incluso un 1° de enero), y subdivisión de gastos en varias facturas para evitar llegar al límite diario. Además, mientras la ex presidenta Cristina Kirchner ordenó por decreto cargar en estaciones de YPF, los funcionarios de este programa lo hacían en Shell. En cuanto a los hoteles, se encontraron facturas del Castel Hotel y SPA que se encuentra a 200 metros de la sede del ministerio, otras del hotel Posada Los Alamos de Santa Cruz y otras de Santa Rosa SPA. En este último pago se hicieron tres facturas de 2859 pesos cada una para evitar el límite de gastos diarios del régimen legal de las cajas chicas. Una de los gastos más llamativos es la compra de una cartera marca “Prüne” por 790 pesos y un día domingo. Para la diputada Ocaña se trató de millones de pesos gastados con fines electorales, y pide que la investigación recaiga sobre el máximo responsable, el entonces ministro de Salud, Daniel Gollán.