Velazque e Ismael Enrique
Por Héctor Barabino.- La presidenta del Consejo de Educación y el vice buscan presionar a los docentes cuyo congreso sindical debatirá hoy si resuelve continuar con los paros la semana que viene, con declaraciones que avivan la llama de la discordia y el enfrentamiento. Según la presidenta del CPE, Cecilia Velázquez, "“la intención de esta ayuda, y así se los dijo el ministro a los gremios, es que los chicos puedan volver a las aulas” y agregó: “tanto el ministro como nosotros (CPE) trabajamos para que así sea, y este esfuerzo es entendiendo que es el camino para que los chicos tengan clases, si esto no sucede, no tendría sentido transitarlo”, advirtió la funcionaria. Es decir, o los docentes desisten de los paros o volverán a cobrar sus salarios en la más absoluta ilegalidad, como viene sucediendo desde que Alicia Kirchner asumió el gobierno. Una advertencia que constituye a todas luces una extorsión, de la cual además según Cecilia Velázquez,  participa también el ministro Esteban Bullrich. Desde la ADOSAC las primeras señales del humor que impera en el seno de sus afiliados indican la continuidad de los días de paro. ¿Las razones? Los docentes rechazan que el compromiso de pagarles el sueldo en tiempo y forma pueda ser considerado materia de negociación paritaria, pero además no creen en las promesas de un gobierno que les ha mentido hasta el cansancio. Para los maestros lo que realmente cambiaría el escenario de conflictividad crónica de la educación en Santa Cruz, erradicaría las medidas sindicales extremas y devolvería a los estudiantes a las aulas sería que el Ejecutivo otorgue un aumento de salarios que como mínimo eleve a $20.500 el sueldo testigo . La respuesta a esta demanda llegó a través del vice presidente del CPE, Ismael Enrique, cuando señaló que la discusión salarial se abrirá “ni bien se acomoden los números de la provincia”, porque según el funcionario el gobierno todavía necesita más tiempo: “primero tenemos que ordenar el descalabro al que se llegó de no poder pagar en tiempo y forma, debido a la baja de ingresos”, argumentó. En definitiva el gobierno provincial que reconoce haber llegado solo al "descalabro de no pagar sueldos" y no realizó ninguna acción propia para superar la la crisis educativa, salvo tomarse un vuelo de Aerolíneas y acudir a Nación en busca de culpables y de auxilio financiero, hoy le exige a los docentes bajo extorsión, "un gesto de buena voluntad" retornando a las aulas para poder cobrar sus sueldos cada fin de mes. O no. ¿Por qué creen las autoridades que a una extorsión le seguirá una respuesta positiva? En rigor una acción que pretende imponer condiciones al otro ni  siquiera deja lugar a una respuesta, solo a una reacción. Y el gobierno lo sabe.