LA NACIÓN/Mariela Arias.- 

RIO GALLEGOS.- El día del censo nacional Rocío González se enfrentó una vez más con una pregunta sin respuesta ante la censista: su madre, Marcela López, dueña de la casa donde vive, está desaparecida. Mañana se cumple un año que desapareció de esa casa sin dejar demasiados rastros y pese al enorme revuelo que generó la denuncia del presunto secuestro extorsivo, hoy la justicia provincial solo investiga el suicidio como hipótesis principal de la causa.

“La recuerdo bien. Miro desde ese día para atrás y todo era lindo. Es inevitable pensar por qué nos pasó a nosotros, cuando nunca le hicimos daño a nadie. Mi vida es una pesadilla, me pregunto cómo con 27 años me está pasando esto. Sentir tanto dolor. Vivo de manera automática. Por momentos me siento cansada”, asegura apenada ante La Nación, Rocío González la hija menor de López, sobre quien se desconoce su paradero.

La tarde del 22 de mayo, Marcela López Frey salió caminando de su casa. Su auto había quedado estacionado frente a su domicilio y con las llaves puestas. Dejó el celular, documentos y dinero. A unas tres cuadras de allí, ingresó a un kiosco, tomó un paquete de golosinas del mostrador, abonó la compra y se retiró. Al salir del comercio, unas cámaras de seguridad, registraron sus últimas imágenes mientras caminaba hacia la costanera.

Un pescador fue el último en ver a la mujer, hoy de 62 años. En la causa él testificó que intercambió unas palabras y luego ella se alejó caminando por la costa rumbo al muelle. Su último derrotero conocido se produjo el mismo día que comenzaba a regir el confinamiento estricto por causa de la pandemia, que prohibía la circulación, en todo el país.

Desde entonces, Marcela López, perteneciente a una tradicional familia dueña de un antiguo residencial de la capital de Santa Cruz, permanece desaparecida. Las fuerzas provinciales y equipos de expertos hicieron rastreos, la Prefectura navegó la ría y aviones sobrevolaron la zona. Solo encontraron dos prendas de la mujer prolijamente dobladas cerca del muelle. La familia sospecha de esa prueba; cree que no había razones para su suicidio.

La mujer tiene cuatro hijos y seis nietos que la siguen buscando, así como familiares y amigos, sin embargo sienten que la búsqueda la hacen sin apoyo, aseguran que ni la gobernadora Alicia Kirchner, ni los organismos de Derechos Humanos provinciales o nacionales, ni aquellos que denuncian violencia de género, se acercaron a darles consuelo o apoyo.

En septiembre pasado, el caso escaló al orden nacional: una revelación inesperada del abogado de la familia, Jorge Trevotich, cambió el foco de atención cuando pidió que la justicia federal investigue la hipótesis de secuestro extorsivo tras presentar audios de José Luis Balado, la última pareja de Marcela López y el supuesto hallazgo de fajos de dólares termosellados en un depósito, propiedad de la familia Balado, que entre sus miembros está un hombre de confianza de Máximo Kirchner.

En el ahínco por encontrarla, la familia había contratado a un adiestrador de sabuesos, quien durante una pesquisa no oficial realizada el 11 de julio habría dado con el hallazgo, pero del cual ninguna de las tres personas que aseguran haber visto el dinero lo dejó registrado en fotos. La información no trascendió hasta septiembre, cuando la familia denunció ante la justicia federal los hechos.

A la denuncia, se sumó otra que hicieron en la misma línea, dirigentes del ARI-Coalición Cívica, Mariana Zuvic y Paula Oliveto, en el Tribunal Oral Federal N°7. Sin embargo, el juez federal de Río Gallegos, Claudio Vázquez, se declaró incompetente en la investigación de secuestro extorsivo y decidió archivar la causa por los dólares termosellados por considerar que la denuncia presentada no ofrecía ninguna prueba que permita avanzar en la investigación.

“Hemos solicitado muchas medidas, pero todo es rechazado. Al día de hoy, es muy difícil. Todo lo solicitado nos rechazan. Pedimos que cambien a la jueza (Valeria) López Leston, y lo rechazan. Al menos que haga un paso al costado…siento que estamos solos, es la gente y nosotros, nuestro abogado lo han querido correr en varias oportunidades. Yo no confío en nadie más que en Jorge (Trevotich)”, afirmó la hija Marcela López.

Por ordenanza municipal los taxis y remises de la ciudad de Río Gallegos exhiben en la luneta del auto o en el interior, la foto de Marcela López, desaparecida hace un año. Foto portada Horacio Córdoba. 

Desde la justicia provincial iniciaron una causa contra el abogado querellante. Le imputan haber atentado contra el juzgado durante una manifestación de la familia por un pedido de justicia. El niega haber estado ese día. “Yo no fui porque fui al Laboratorio de Investigación Forense en el marco de la causa”, explica y agrega “hubo una negativa de parte de la justicia federal a investigar, hubo y hay un trabajo de persecución en contra de los que hemos trabajado para averiguar la verdad, lo mismo le pasó a nuestro perito de parte, Marcos Herrero”, afirmó a LA NACION el abogado Jorge Trevotich.

El adiestrador de perros, Marcos Herrero, es un expolicía y fue quien protagonizó la pesquisa privada durante la cual sus sabuesos, encontraron en el domicilio de Balado, los supuestos dólares y un maxilar, que inicialmente era de una mujer. Meses después, Herrero quedó detenido en Mendoza acusado de plantar pruebas óseas cuando realizaba un rastrillaje en búsqueda de Viviana Luna, desaparecida en 2016 en esa provincia y eso sembró dudas sobre los hallazgos de aquí.

El maxilar encontrado en Río Gallegos fue requerido por la justicia mendocina y una pericia confirmó que no era de mujer, sino de hombre y formaba parte de los mismos restos óseos encontrados en Mendoza. Ayer la justicia mendocina confirmó que se iniciará el juicio contra Herrero por plantar pruebas en una causa.

Mientras tanto, la expareja de Marcela López, José Luis Balado, no quedó imputado en la causa judicial, pero su presente tampoco es mejor: “Balado quedó destruido moral y anímicamente por las falsas pruebas plantadas y el estado de sospecha mediático que se formó en la opinión pública a partir de esa situación, el daño que le causaron fue enorme, sin tener nada que ver, solo por haber sido su última pareja”, explicó a LA NACION, Hugo Ortiz, abogado del tío del asesor de Máximo Kirchner.

La causa sigue abierta. Desde el juzgado aseguran que se sigue investigando donde está Marcela López y confirman que la principal causa es el suicidio, basada en pericias psicológicas realizadas a partir del testimonio recabados entre conocidos. La familia, critica duramente la investigación y asegura que no hay intención de conocer qué pasó con la mujer desaparecida y descreen de la hipótesis del suicidio.

Desde la última semana, a partir de una ordenanza municipal, todos los transportes públicos de la ciudad, deben portar una foto de la mujer desaparecida. Sin embargo, según pudo cotejar este medio, el rostro de Marcela López no figura publicado en la página web del Programa Nacional de Coordinación para la Búsqueda de Personas Ordenada por la Justicia (Buscar) en el cual están los datos de 60 personas extraviadas. El nombre de Marcela López no figura en esa base, pese a que desde la justicia provincial informaron que se pidió ayuda al organismo.

La existencia de dólares enterrados en Santa Cruz es parte de un mito nacido en innumerables hechos de corrupción que tuvo como escenario la provincia cuna del kirchnerismo. La mención de los dólares puso en el escenario nacional el dolor de una ausencia y también la incapacidad del Estado para encarar la búsqueda de una persona desaparecida.-