SANTA CRUZ.- En período de vacaciones se incrementa el tránsito de vehículos en las rutas, se conduce más horas y a mayor velocidad, y se viaja con una carga de estrés adicional dado que cualquier error de cálculo puede complicar el plan de vacaciones. Estas circunstancias hacen que se deban extremar las medidas de seguridad y la toma de precauciones a la hora de emprender un viaje de larga distancia. La Asociación Civil Luchemos por la Vida brinda una serie de recomendaciones para evitar accidentes.

Es muy importante, al circular en rutas por zonas rurales:

Estar muy atento a las intersecciones o caminos de acceso a estancias o campos.

Reducir la velocidad antes de ingresar a una curva cerrada para disminuir los efectos de la fuerza centrífuga, que hará que su vehículo “tironee” hacia fuera del camino, con peligro de despiste.

Mover los ojos, no dejarlos fijos en el camino. Esto ayudará a tener una más amplia visión de campo e impedirá el “adormecimiento” que puede ocurrir, en especial en rutas rectas y con poco tránsito.

Evitar conducir cansado o con sueño, tanto de noche como durante el día.

En viajes largos, tomar un descanso de 10 minutos cada 2 horas si no hay posibilidad de alternar la conducción con otro, aunque no se sienta cansancio, y hacer una caminata y algunos breves ejercicios de flexión y estiramiento y relajación de brazos y piernas, rotación de cuello y hombros.

No conducir durante la noche. Se triplica el riesgo de morir en un siniestro de tránsito.

Seguir todas las indicaciones de la conducción segura y las disposiciones de la Ley sobre “La circulación”, “Prohibiciones” y “Reglas de velocidad”.

Al salir de vacaciones en auto, en general, hay que conducir largos tramos por zonas rurales, en rutas, autopistas o autovías y en caminos de tierra. Lo importante para conducir seguro es ser consciente de las condiciones del camino y respetar todas las normas y señalizaciones.

El problema más serio en estas zonas es la conducción a exceso de velocidad, ya que al circular con poco tránsito los conductores piensan que pueden circular a mayor velocidad que la permitida. Por ello, los siniestros en rutas suelen ser proporcionalmente más graves y mortales que los de las ciudades.

 El otro problema serio son los adelantamientos indebidos. La mayoría de los choques frontales ocurren en rutas de doble circulación, en situaciones de adelantamiento, o porque un conductor se cruza al carril de la dirección contraria.

A veces, los lugareños, que sienten la ruta como parte de su ciudad o pueblo, pueden circular de manera imprudente generando situaciones problemáticas, como ingresar a la ruta en el momento inadecuado, circular a menor velocidad que la permitida, circular sin luces o con vehículos en malas condiciones, dejar animales sueltos, transitar lentamente con maquinaria agrícola, etc.

Fuente: Manual para la Conducción Segura de la Lic. María Cristina Isoba, Directora de Investigación y Educación Vial de Luchemos por la Vida.