Por Héctor Barabino.- Hoy se cumplen dos años de gobierno de Alicia Kirchner. Los peores de la historia de Santa Cruz, desde aquel feliz diciembre de 1983. Dos años de gestión durante los cuales se perdieron más de 200 días de clases, los sueldos estatales congelados este año sufrieron una depreciación de por los menos un 35%, la salud pública se precarizó en hospitales y se ajustó en los sanatorios privados por falta de pago de la Caja de Servicios Sociales. El endeudamiento provincial creció astronómicamente, con números que impresionan por el volumen y el misterio de en qué se gastó y se gasta ese dinero. A saber. $4.500 millones enviados graciosamente a la provincia por Cristina presidenta en 2015, que los diputados del FPV transformaron inconstitucionalmente en un préstamo que comenzaremos a pagar dentro de un mes. Otros 1.030 millones de pesos que unos días antes de dejar el poder la entonces presidenta depositó en un plazo fijo a favor de la provincia. 850 millones que en diciembre de 2015, ya con Macri presidente, nación transfirió a Santa Cruz para pago de sueldos y aguinaldos y que después fueron prorrogados. Luego se tomaron préstamos por 750 millones del Banco Nación y otros 2 mil millones al fondo fiduciario. A pesar de esta montaña de dinero, todavía la provincia quiere seguir empeñándose con otros 10 mil millones. Los peor, además de que no se conoce el destino cierto de esos fondos, salvo la explicación oficial de que "se pagaron en sueldos", (en sueldos depreciados en un 35% vale reiterarlo), es que los ingresos provinciales en estos dos años crecieron en promedio en un 70%, producto de la coparticipación nacional, el impuestazo provincial, y la suba de las regalías de gas producto del tarifazo nacional. En este jubileo, los ingresos por regalías de petróleo de los cuales no existen registros oficiales,  decayeron en una mínima expresión. Nada que no haya compensado la devolución del 15% de retenciones de fondos del ANSES, implementado por Menem en los noventa, y que el kirchnerismo presidencial mantuvo durante doce años a costa de retacear fondos a las provincias. Unos 400 millones de pesos más para la caja de Alicia. El día que asumió, la gobernadora denunció que la Caja de Previsión "está en rojo", propuso "recuperar el equilibrio",  y aseguró que "no hay que pretender soluciones nuevas con recetas viejas". "Quiero dejar en estos cuatro años de gobierno una provincia sustentable"  "lista en su infraestructura para despegar definitivamente, y no como hoy sujetas a variables que la hacen dependiente del poder central". "Hay que sincerar el frágil estado financiero en que recibimos esta provincia". "Voy a cuidar a los trabajadores, pero sé que lo que se necesita también es organización, y no ajuste". Cristina, Máximo, y Daniel Peralta, aplaudían desde la primera fila. De las promesas lanzadas aquel día lo único que cumplió Alicia fueron dos años de mandato, dos años menos.