RÍO GALLEGOS.- Aún en medio de la cuarentena que impone entre otras restricciones la prohibición de circular por la vía pública, nadie está exento de tener una urgencia que lo obligue a salir de su casa para comprar un medicamento, ir al hospital, o acudir a asistir a un familiar.

En esa circunstancias no hay otra opción que llamar a un taxi. Esto hace que los trabajadores del volante no puedan paralizar totalmente su labor, y por eso aún puede verse a alguno de ellos circular por las desoladas calles de Río Gallegos, o esperando algún requerimiento en la casilla de una de las paradas de la ciudad.

Alberto, es uno de ellos. Habló con Winfo Santa Cruz, y contó como es la experiencia de estar de servicio, aún sabiendo que al final de la jornada la labor no será rentable. Para él, lo más importante es estar a disposición del vecino.

Entrevista: Adrián Barabino